Hace ya unos meses terminé de leer la colección de Juego de Tronos, de George R. R. Martin, y finalmente me he decidido (o me han decidido) a poner manos a la obra para comentarla en el blog.
Es un problema intentar comentar un libro en el que la menor información de la trama es un spoiler, ya que hablar de cualquier personaje en cualquier volumen indica si el personaje sigue vivo o no. Y es que esa es una de las sorpresas que más engancha de esta saga y que el autor te enseña desde el primer libro: no te encariñes con los personajes, porque te puedes llevar un disgusto.
Sin embargo, es complicado no tener cierto "feeling" con algunos de ellos por la forma en la que la historia está escrita. Como ya dijo Jose hace tiempo al comentar la primera novela, "la narración (...) es en tercera persona, pero no hay un narrador omnisciente, sino que en cada capítulo el punto de vista cambia con el personaje". Además, salvo casos muy especiales, no hay personajes planos, sino que el autor siempre se empeña en ponernos en la piel de los personajes principales a la hora de justificar sus acciones. El resultado es casi siempre muy complejo, muy real, muy creíble. Y digo casi siempre porque hay unos pocos personajes en los que el autor, no sé si por decisión propia o por incapacidad de empatizar con ellos, los convierte en una caricatura, en un esteriotipo de simplicidad en algún sentido (perdonad la ambigüedad en la descripción, pero es que no quiero decir nada que se relacione con el argumento). Otras veces, sin embargo, personajes que aparecían planos a los ojos de personajes "narradores" los encontramos más ricos cuando nos metemos dentro de ellos.
La técnica de narrar la situación de varios personajes, aparte de enriquecer a los mismos, permite dar una idea del estado de las cosas en un mismo momento (aunque a veces el autor se salta a la torera la simultaneidad de las historias). Esto permite entender las situaciones estratégicas de los personajes en el "juego de tronos" (la expresión la repiten varias veces algunos de los personajes del libro) en el que se encuentran. En este sentido, el autor dio en el primer libro tanta información sobre casas, territorios y relaciones entre los mismos que luego tuvo que utilizar la información que unos friquis habían recopilado en su web para no cometer errores en el resto de libros de la saga (los "demonios", los llama).
Un problema de tener una trama tan complicada es que cada vez pasan más cosas en sitios donde no hay personajes narradores. ¿Cómo soluciona el señor Martin este problema? Mete personajes narradores secundarios que permiten describir cómo están las cosas en algunas regiones. De hecho, a veces hace eso en sitios donde hay personajes principales para enriquecer un poco la trama (y para otras cosas que no diré).
Otro problema de tener tantas historias paralelas es que es imposible que el ritmo en todas sea el mismo. Así que te puedes encontrar con momentos clave en las historias de algunos personajes y, a la vez, con historias que parece que no avanzan en otros. Y también, dependiendo del personaje, nos encontramos historias más sencillas y otras más complicadas. En algunos casos nos podemos encontrar con cientos de páginas donde varios personajes están en una fase de transición, y aparentemente no pasa nada... pero de repente el autor nos puede dar una sorpresa a la mitad, para que no nos relajemos. No voy a decir qué libros son más movidos y cuáles son más relajados (porque eso ya es dar información de qué pasa), pero diré que en todos pasa algo que no te esperas.
De todas formas, no quiero que penséis que todo esto se queda en un gorileo de personajes. Los personajes son muy ricos y se agradecen en la trama de estrategia, pero debajo también está la misteriosa historia de fantasía que Martin nos introduce en el prólogo del primer libro. Y debo decir que en el último libro aparecen elementos nuevos y detalles que conectan unas historias con otras en este sentido y les añaden cierta luz (y también expectativas) y las enriquecen. Hay muchas cosas que Martin tiene que explicar antes del final, pero por la forma en la que ha desarrollado hasta ahora la historia espero que no me decepcione demasiado (sí, yo también fui una víctima de Lost).
Yo estoy enganchada por un lado y cabreada por otro. Enganchada por los personajes, por las historias y por el misterio. Cabreada por la forma en la que trata a veces Martin a los lectores... y hasta aquí puedo leer, por el bien de los futuros lectores. Pero, aún con lo mal que ha veces me trata Martin, no puedo dejarlo... me tiene enganchada. Es un genio. Y lo peor es que voy a tener que esperar muchos años para empezar a leer el próximo libro, cuando los cinco primeros me los he leído de un tirón.
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