sábado, 22 de enero de 2011

Outliers: The Story of Success by Malcolm Gladwell



Malcolm Gladwell es un periodista bastante influyente que ha escrito 4 libros desde 2000. Su influencia proviene de sus columnas, pero sus libros parece que han causado bastante sensación (a favor y en contra) y han abierto interesantes debates en las américas.

He leídos dos de sus libros (del otro hablaré en otro post) y la estructura y estilo son similares. En "Outliers" presenta una "teoría" (en el sentido cotidiano, como en "teoría del diseño inteligente", no en sentido científico, como en "teoría de la evolución") acerca del éxito. No quiero desvelar sus argumentos, pero la "clave" del éxito consiste en una combinación de suerte, formación, "expertise" y demografía.

En este y en su otro libro, los argumentos se presentan con una estructura similar: anécdota-entrevista con un experto-anécdota-anécdota-anécdota.

Bueno, seguro que hasta ahora no os apetece nada leer el libro. Pues bien, me lo he pasado realmente bien leyéndolo. Si se toma como un tratado científico, claramente no vale (no hay validación, contra-ejemplos, predicción, etc...) pero seamos claros ES UN PERIODISTA. No obstante, su oficio, el de escribir, lo domina y la lectura es muy amena.

Lo recomiendo para pasar un buen rato. En cierto sentido me recuerda algo a "Predictably Irrational" de Dan Ariely, sólo que en lugar de hacer los experimentos él mismo (aunque los de Ariely son con 100 sujetos, ejem) cita trabajos de sociólogos, economistas, ...

El Reino de la Noche. W.H. Hogdson


Paseando por la cuenta de Moyano, la cuesta original, encontré hace bastante tiempo éste libro. No sabía nada de Hogdson (La casa del confín del mundo, ), pero era muy muy barato y la portada me llamó la atención.

William Hope Hodgson (1875) escribió sobre todo novela sobrenatural, y posteriores maestros del género, como  H.P. Lovecraft o Clark Ashton Smith continuaron en cierta manera con su mitología y lo reivincaron como maestro de la escuela de Horror Sobrenatural.

En éste caso se trata de una historia de amor entre un hombre y una mujer. La mujer muere, y el marido termina por encontrarla de nuevo a través de los sueños en un futuro apocalíptico, en el que la Tierra está sumida en la oscuridad y absolutamente llena de monstruos que tradicionalmente se asocian a Lovecraft, es decir, seres intangibles, que pueden dañar el alma...
En ese mundo sólo quedan dos pequeños reductos de humanos, pero separados entre sí. El viaje onírico del protagonista le lleva lejos de su amada, y decide salir a buscarla. No hay grandes sorpresas en el desarrollo de la historia, evidentemente, pero Hogdson tenía una imaginación impresionante, y los paisajes absurdos, los seres con formas asbtractas, permiten que te abstraigas de la simplicidad del argumento.

Es un libro muy fantástico, muy Lovecraftiano, pero que proporciona un buen rato de lectura sencilla, muy entretenida. Pero también es verdad que he disfrutado tanto leyendo fantasía y ciencia ficción durante mi juventud, que quizás la opinión esté sesgada...

jueves, 20 de enero de 2011

Corazón tan blanco, de Javier Marías

Esta entrada es fruto del blog. Nunca había leído nada de Javier Marías, confieso que por prejuicio. Lo tenía asociado a la banda de escritores que aparecieron bajo el paraguas de PRYSA y que para mí forman un todo ideológico junto con El País Semanal y los individuos que se pasean los domingos con él bajo el brazo, en chándal y zapatos; a ser posible paseando un perro. Pero hace ya algunos meses Mario puso en el blog una reseña favorable de Mañana en la batalla piensa en mí, y llamó mi atención sobre Javier Marías. Indagué un poco, y el libro que voy a reseñar aparecía como su obra maestra, así que me decidí a empezar por él.

Y en efecto, me parece, si no una obra maestra, una gran novela. En realidad, la novela es una tesis; un largo argumento en defensa de la idea de que en muchas ocasiones es preferible no saber. Hay dos elementos claves en la novela que de algún modo la definen: por un lado, la frase que le dice al protagonista su padre cuando acaba de casarse: "si alguna vez tienes secretos, o si ya los tienes, no se los cuentes a tu mujer"; por otro lado, la escena de Macbeth en la que éste le dice a su mujer que acaba de asesinar al rey. Parece que esta escena inspiró la novela entera tras un visionado de la película de Orson Welles. Y como una metarreferencia al tema principal, la novela arranca con una escena brutal, una de esas escenas que no olvidas, que no puedes para de leer hasta acabarla, y que después te obliga a leer la novela entera para poder entenderla. Una vez leída, no puedes no leer el resto. A veces es mejor no saber, porque si sabes, entonces ya no puedes ignorarlo. Ese es el tema.

La novela está escrita en primera persona y es una divagación que arranca de la escena que acabo de mencionar. El protagonista encadena digresión tras digresión, encajándolas unas en otras a varios niveles, a veces retrocediendo, a veces intercambiando los niveles de manera que lo que era digresión pasa a ser el tema principal y el tema principal se vuelve digresión. En cada una de ellas aparece una historia que tiene interés en sí misma, al margen de lo que llevó al protagonista a mencionarla. Las historias giran en torno a la tesis y además comparten más elementos. De algún modo parecen como aspectos distintos de un mismo conflicto, un conflicto que tiene que ver con las relaciones de pareja y con el matrimonio. Las historias se abandonan y retoman varias veces a lo largo de la novela. Frases, párrafos, escenas... se repiten una y otra vez adquiriendo distintos matices. Todo va encajándose alrededor del enigma con que empieza la novela y que se desvela al final, donde todas las historias confluyen como si cada una hubiera sido introducida para ilustrar algún elemento del enigma.

El estilo, la forma en que está narrada, me gusta mucho. Como no he leído nada más de él, no sé si es el estilo Marías o si es peculiar de esta novela. En todo caso es la forma perfecta de contar luna historia como esta. Es lento y barroco, reiterativo a veces y enmarañado. No es, desde luego, una novela fácil, pero en mi opinión, el esfuerzo merece la pena.

Al parecer, no todo lo que me queda por leer es una variación de algo que ya he leído. Mola.

viernes, 7 de enero de 2011

Mozart de camino a Praga, de Eduard Mörike


Otra de mis lecturas esta navidad ha sido una novela corta de Eduard Mörike sobre la vida de Mozart. Bien hay que decir que aunque la anécdota en la que se basa la novela es falsa, nunca ocurrió, el autor la utiliza para contarnos cosillas sobre Mozart (él mismo era un fan tremendo de Mozart). La novela es deliciosa y, aunque esta escrita al modo del siglo XIX (lo cual es obvio en el original, pero no en la magnífica traducción) se lee de un tirón. Buscando una foto para la crítica me he encontrado con esta página que lo dice todo. Os la recomiendo a todos.

Juego de Enigmas, de Patricia A. McKillip


Ante todo una declaración de principios: me gustan los libros de ciencia ficción y fantasía, así que leo todo lo que pille al respecto. A veces tengo sorpresas agradables (como la saga de Fundación de Asimov) y otras desagradables (como Kot de Rafael Ávalos). En esta entrada os quiero hablar brevemente de un libro (más bien una trilogía) que he leído recientemente. La compré en Círculo hace unos años y la terminé de leer hace unas semanas. El título es Juego de Enigmas de Patricia A. McKillip y está formada por Maestro de enigmas (1976), Heredera del mar y del fuego (1977) y Arpista en el viento (1979, premio Locus y finalista del Hugo, del Premio Mundial de Fantasía y del Premio Británico de Fantasía).


La historia es “rara”. Es parte de la vida de un “Maestro de enigmas” (que para nosotros sería como un Dr. en Ciencias que anda resolviendo problemas) que se llama Morgon. El libro está escrito de forma que nos va dando pistas poquito a poquito y solo al final podemos hacernos una idea completa de la historia. Eso si, para suerte del lector, no todas los “enigmas” planteados se resuelven ni mucho menos (en general no me gustan los libros – o los autores – que tienen que darte todos los detalles de la historia sin margen de ningún tipo). La autora describe un mundo fantástico con un aire medieval, donde hay mucha magia pero donde los hechiceros han desaparecido (por alguna misteriosa razón que nunca explican directamente, pero que puedes deducir) y donde hay una especie de guerra de antiguos dioses (otra vez la mitología griega, si se quiere) que ha estado aletargada durante siglos y que está a punto de reavivarse por culpa de la “curiosidad” de Morgon. Los personajes están muy bien descritos y desarrollados. Junto a Morgon tenemos a su prometida Raederle, que resulta tener ciertos poderes nada desdeñables. El primer libro nos describe el mundo donde viven el protagonista y nos da las primeras migajas de la historia. Cuenta concretamente el viaje de Morgon en busca del Supremo (una especie de dios-hombre) para preguntarle algunas cosas (y resolver algunos enigmas) y termina cuando el arpista (una especie de juglar) lo lleva ante en presunto Supremo. El segundo libro trata de la búsqueda de Morgon, por parte de tres mujeres (Raederle, Tristan (su hermana), y Lyra). Ya en el tercero, Morgon, reaparecido, viaja junto a Raederle para atar el resto de cabos sueltos e intentar resolver el enigma final. No quiero dar más detalles para no reventar la historia.

Para concluir, la historia es muy buena y nada convencional y os la recomiendo a todos los que queráis pasar un rato entretenido.

La Espada Rota, de Poul Anderson


Durante un viaje de trabajo a Turquía (a la METU, Ankara) decidi llevarme un libro no muy voluminoso y de fácil lectura. Dado que estaba leyendo uno del género fantástico (del que hablaré luego) decidí llevarme este, considerado un clásico del género y cuyo autor es bastante famoso dentro de la ciencia ficción. Debo decir que mi sorpresa fue mayúscula: He aquí de lo que trata:

Texto de la contracubierta:

En una tierra en la que el reino de Faerie existe en una dimensión paralela a la del mundo de los hombres, Skafloc, el ahijado de los elfos, habrá de liberar la terrible maldición que pesa sobre Tyrfing, la poderosa espada rúnica que rompió Thor y que ahora vuelve a ser necesaria para salvar a los elfos en su guerra contra los trolls. Pero Skafloc también habrá de enfrentarse a su propia sombra: Valgard, que ha ocupado su lugar en el mundo de los hombres.

Considerada como un clásico de la fantasía heroica, La espada rota fue publicada originalmente en 1954, el mismo año que La Comunidad del Anillo, de J.R.R. Tolkien: "Ambas novelas se basaban en fuentes escandinavas y anglosajonas, pero la de Anderson estaba más próxima a sus orígenes, una tragedia de ritmo trepidante, impregnada de fatalidad, en la que el heroísmo, el amor y la ambición de los seres humanos, manipulados por dioses, elfos y troles amorales, tienen inevitablmente consecuencias trágicas". -Michael Moorcock

El planteamiento del autor es totalmente distinto del de Tolkien. Su historia ocurre en Europa occidental y en particular en Inglaterra. Los personajes están muy bien descritos y la trama está muy bien desarrollada. Lo que más me llamó la atención es que no hay personajes absolutos, es decir, los elfos son buenos en general pero no siempre actúan bien. Los trolls son malos en general pero también tienen sus rasgos de humanidad. Dentro de la trama, se deja entrever que tanto elfos, hombres, trolls, etc. no son más que peones de una especie de guerra entre los dioses que recuerda mucho a la mitología griega. El final, aunque se puede intuir a grandes razgos, no desmerece. 

En fin, si os gusta el género, os la recomiendo como una forma nada convencional de ver a las razas de la Tierra Media y pasar un buen rato.

miércoles, 5 de enero de 2011

El sueño del celta, de Mario Vargas Llosa

Quiero empezar esta entrada aclarando que me cuento entre los que opinan que este hombre merecía el Nobel de literatura desde hacía, por lo menos, 30 años. Conversación en La Catedral es una novela que, como Cien años de soledad, justifica un Nobel. Pero en el caso de Vargas Llosa, además, su producción cuenta con varias novelas extraordinarias: La guerra del fin del mundo, La fiesta del Chivo, Lituma en los Andes, o incluso alguna de las "menores", como Pantaleón y las visitadoras, merecen estar en cualquier lista de las mejores novelas de la literatura en lengua castellana.

Ahora bien, dicho esto también diré que desde La fiesta del Chivo no he vuelto a leer nada de Vargas Llosa que me entusiasme. Leí El paraíso en la otra esquina (aburrida), Las travesuras de la niña mala (interesante, pero sin más) y ahora El sueño del celta, una gran decepción.

En breve: la novela es un coñazo. Da un poco de remordimiento decir esto cuando uno lee que el autor se ha documentado durante años , viajando y leyendo, para escribir esta biografía de Roger Casement (1864-1916), un irlandés que, siendo cónsul británico, primero en el Congo Belga y luego en la Amazonía, denunció los abusos, vejaciones  y atrocidades a que eran sometidos los indígenas en las explotaciones de caucho. Al parecer, sus informes tuvieron una enorme repercusión en la opinión pública europea y consiguieron frenar los abusos. Pero me da la impresión de que lo que atrajo el interés de Vargas Llosa hacia este personaje es el giro radical que imprimió a su vida convirtiéndose en un militante extremista por la independencia irlandesa, una militancia que le llevó a sacrificar todo el prestigio y los honores ganados al servicio de la corona británica y a acabar juzgado por traición y ejecutado en la horca tras una revuelta irlandesa contra la ocupación británica.

Así contado el argumento puede sonar interesante, pero es la manera de narrar la historia lo que la vuelve un coñazo. En la novela se alternan los capítulos que cuentan la vida de Casement con los que narran su estancia en la cárcel en espera de la ejecución. Estos últimos, por cierto, los únicos interesantes porque son los únicos que elaboran las facetas más humanas de la personalidad del protagonista. Los demás son un mero relato biográfico, carente por completo de personajes (más allá del protagonista), pero también de momentos memorables. Incluso las atrocidades que se narran se describen con distancia, de manera que cuesta empatizar con las víctimas, como cuando en el telediario te cuentan los muertos en alguna catástrofe. Por otro lado, hay que admitirlo, el personaje resulta un redomado imbécil. Es admirable lo que hizo, desde luego, pero tiene la personalidad de un cretino. Al parecer fueron las atrocidades que presenció en el Congo las que lo convencieron de que había un paralelismo entre la ocupación belga del Congo y la británica de Irlanda (!). De hecho, a lo largo de los capítulos de la cárcel vamos descubriendo la elaboración del "mito irlandés", en la que él colaboró activamente; una manifestación de histeria colectiva teñida de romanticismo  hipertrofiado. En fin.

Total que el aburrimiento te va ganando poco a poco y te da el mazazo final cuando en la última parte de la novela el autor vuelve a contar la "experiencia irlandesa", de la que ya conoces todo lo relevante por lo que has ido descubriendo en la cárcel. Esa parte se hace tan cuesta arriba que incluso comprendes a los británicos cuando lo ahorcan.

Insisto, no quiero pecar de excesivamente duro con alguien cuya forma de trabajar me parece admirable y cuyo currículum lo acredita como uno de los mayores escritores en lengua castellana. Pero ciertamente no recomiendo esta novela a nadie.