sábado, 18 de enero de 2014

El juego de Ender, de Orson Scott Card

Cuando vi la parada de autobús anunciando la película me vino a la cabeza el buen recuerdo que tenía de esta novela. Admito que no recordaba NADA de la misma, sólo que me había gustado y que la había devorado en su día. Así que, en uno de esos momentos en los que no sabes qué leer, decidí desempolvarlo.

El juego de Ender cuenta la historia de un mundo en una post-guerra con una civilización de insectos inteligentes (la evolución de hormiga similar a la nuestra de primates).

El mundo se ha reorganizado y una Federación Internacional ha creado un mundo para-militar para defenderse de otro posible ataque (hasta aquí, yo diría que podían haberle denunciado por plagiar Tropas del Espacio, pero en fin...)

lunes, 13 de enero de 2014

El último trayecto de Horacio Dos, de Eduardo Mendoza

Eduardo Mendoza tiene dos facetas: una seria y otra cómica. En aquélla ha demostrado ser un novelista genial, uno de los mejores en nuestra lengua, pero curiosamente, según avanza su edad, parece irse decantando más por está. Incluso los libros que, como Riña de gatos, no deberían, por su temática, ser humorísticos, lo son (y mucho). ¿Será que ha decidido que la realidad es tan absurda y ridícula que sólo tiene sentido acercarse a ella a través del esperpento? No lo sé; ahí lo dejo para los críticos sesudos. En todo caso, esta novela se alinea con las del detective innombrado (el de la cripta embrujada y demás), con Sin noticias de Gurb o con El asombroso viaje de Pomponio Flato. Y quizá sea la más absurda de todas, porque ni pretende ser una crítica (el Gurb lo es, y con muy mala leche) ni hace ninguna concesión al realismo (real o imaginado). Se podría decir que es de «ciencia ficción» si La guía del autoestopista galáctico (a la que recuerda mucho) se considera ciencia ficción; pero puestos a buscar referencias, su planteamiento me recuerda a Los viajes de Gulliver y también le encuentro conexiones con Ciberíada.

jueves, 2 de enero de 2014

La traición de Roma, de Santiago Posteguillo

Hace más de dos años reseñé en este blog las dos primeras novelas de la Trilogía de Escipión el Africano, de Santiago Posteguillo. Contaba allí que, pese a no estar entre lo mejor del género, narraban una historia que merecía ser leída, y lo hacían muy bien, de manera que el disfrute estaba garantizado. Pero más de 1.600 páginas más tarde me enfrentaba a la lectura de la tercera parte, la que hoy traigo al blog, y entre que ya estaba cansado de peplum y que la segunda terminaba con la batalla de Zama, donde Escipión derrota a Aníbal y acaba la Segunda Guerra Púnica, me pareció que ya no merecía la pena engullir otras 900 páginas sobre «el resto de la vida de Escipión», que además prometían «bajona» dado el título. Así que lo dejé allí, satisfecho de haber leído una de las mejores narraciones de una de las más grandes epopeyas históricas. No sabía entonces lo equivocado que estaba.