lunes, 26 de enero de 2015

Mi tío Oswald, de Roald Dahl

El tío Oswald es un personaje que aparece en dos cuentos de la recopilación El gran cambiazo, de Roald Dahl. Es un donjuán millonario que recorre el mundo sin más propósito que el muy loable de follar todo lo que pueda, y no más de una vez (dos, si la ocasión lo merece) con cada mujer. Como es de imaginar, sus aventuras dan para llenar varios volúmenes, y eso es lo que ha hecho, escribiendo unos diarios con sus hazañas, que ahora obran en posesión de su sobrino. Es éste quien nos habla del personaje y quien extrae los mencionados relatos de dichas memorias. En el momento en que escribe, su tío ha desaparecido sin dejar rastro, y es uno de los relatos el que da la pista de su paradero.

miércoles, 21 de enero de 2015

El marciano, de Andy Weir

He aquí una novela de ciencia ficción a la antigua usanza: científicamente rigurosa, clara en las premisas, sin trucos ni artificios —no hay extraterrestres, ni capacidades mentales extraordinarias, ni viajes temporales...— y, sobre todo, plausible. Una historia que no ha ocurrido, que es muy improbable que ocurriera (¿qué son los grandes relatos sino historias muy improbables?), pero que podría ocurrir.

Una expedición a Marte (no la primera) pone seis astronautas sobre el planeta. Está previsto que permanezcan allí veinte días. Durante los cinco primeros todo transcurre como está previsto, pero el sexto un huracán marciano azota el campamento y tienen que abortar la misión. En la apresurada evacuación Mark Watney, el botánico del grupo, sufre un accidente, sus compañeros lo dan por muerto y lo abandonan en Marte. Pero Mark no ha muerto, y cuando se repone se encuentra solo, abandonado en un planeta hostil e incomunicado. No tiene recursos para sobrevivir más allá de un periodo limitado; sus compañeros de misión ignoran que sigue vivo (de todos modos no podrían volver para rescatarlo), y aunque pudiera establecer contacto con Houston, ninguna misión de rescate llegaría a tiempo de salvarlo.

domingo, 18 de enero de 2015

El sentido de un final, de Julian Barnes

Ya he contado en varias ocasiones lo mucho que me gusta este escritor. Esta es su última novela (y espero que sólo en un sentido). Llevaba años detrás del Booker, el premio más prestigioso de habla inglesa, y por fin lo ha conseguido con esta ella.

Y se lo ha ganado.

De un tiempo a esta parte sus novelas parecen orbitar en torno a la complejidad de las relaciones humanas, en especial las relaciones de pareja. Esta novela también va de eso. Y en un sentido, como ocurría con Hablando del asunto o Amor, etcétera, trata de un triángulo, sólo que esta vez no es un triángulo al uso.

domingo, 11 de enero de 2015

El testigo, de Juan Villoro

JOSE: Bueno, ¿qué?
JOSE: ¿Qué, de qué...?
JOSE: Que si te ha gustado...
JOSE: Pues no sé...
JOSE: ¿No sabes si te ha gustado?
JOSE: Es que es complicado. No es una novela fácil.
JOSE: Quieres decir que es un truño.
JOSE: No. A ver si consigo explicarme. La novela es buena. Villoro tiene todos los recursos de un gran escritor, y la novela todos los ingredientes para ser una gran novela. Y muchas de las subhistorias que componen el relato son muy buenas. Enganchan. Pero he de confesar que he terminado la novela por un esfuerzo de voluntad.
JOSE: Pero ¿de qué va?