sábado, 31 de marzo de 2012

La secta pedagógica, de Mercedes Ruiz Paz


Hace un tiempo durante un viaje a Málaga un colega me comentó de la existencia de un librito muy peculiar que hablaba del timo al que se ha visto la sociedad española por parte de los pedagogos. La discusión vino a cuenta del famoso espacio europeo de educación superior y toda la sarta de tonterías que nos hemos visto “obligados” a hacer (afortunadamente en la Universidad de Sevilla son muy flexibles a ese respecto). En este librito la autora nos describe cómo los pedagogos se han adueñado de la enseñanza de primaria, secundaria y bachillerato en España. Os pongo la contraportada:
Procediendo de igual modo que las sectas, la pedagogía hizo creer a los maestros que poseía en exclusiva la verdad absoluta sobre la educación. Fue un discurso inicial tan lejano a lo conocido y tan paralizante que cuando se pudo reaccionar contra él ya había adquirido rango de ley. Su implantación se hizo, como también es habitual en los procesos de captación sectaria, imponiendo un nuevo lenguaje que incorpora inevitablemente la ideología oculta que alimenta todo el proceso.
Mercedes Ruiz Paz, autora de la pequeña revolución que suspuso su anterior obra Los límites de la educación, analiza implacablemente los recursos de los que se ha valido la industria pedagógica para mantenerse en un rentable control del mundo de la enseñanza. El desprecio a la razón en favor de la consigna; el asalto demagógico a la legislación; la apelación a las toscas emociones de apego a aldea y campanario, y la apropiación indebida de la situación de inmigrantes y discapacitados para fines exclusivamente comerciales, son factores sospechosamente idénticos a los que caracterizan la conducta de las sectas. Se hace urgente la desprogramación del mundo de la enseñanza.
El libro es muy bueno. Obviamente es imposible que coincidamos con todos los puntos de vista de su autora, quien por cierto es maestra de escuela, pero seguro que con la gran mayoría de ellos. De manera magistral en el Capítulo 1 nos cuenta por qué considera a los pedagogos una secta. Entre sus argumentos está la invención de un lenguaje propio que solo los miembros entienden. Los ejemplos son geniales (yo he estado en varias reuniones del claustro el consejo escolar del cole de mi hijo y puedo dar fe del vocabulario, del que no me enteraba de nada y constantemente tenía que pedir traducciones al castellano de toda la vida). El capítulo 4 dedicado a la influencia en la educación de los nacionalismos autonómicos es revelador. Os dejo un link muy interesante sobre el libro y os recomiendo su lectura.

Que lo disfruten.

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