Contraportada: David Caine es epiléptico, posee una espectacular capacidad para las matemáticas y el cálculo mental y pasa todas las noches jugando al póquer. A causa de sus frecuentes y terribles ataques de epilepsia ha perdido su trabajo de profesor de estadística en la universidad, ha recaído en su adicción al juego y su vida se ha convertido en un infierno. Confía en su don para calcular probabilidades y así ganar mucho dinero, lo que le permitiría empezar de nuevo, pero lo improbable no es imposible y acaba debiéndole una fortuna a un peligroso capo de la mafia rusa.
A fin de librarse de su enfermedad y recuperar el control de su vida, Caine decide arriesgarse con un medicamento en pruebas, administrado por un misterioso doctor de oscuras intenciones que lo uliliza para un experimento sobre la predicción del futuro basado en la teoría matemática conocida como el demonio de Laplace. Desde que inicia el tratamiento, Caine tiene visiones alucinatorias, que podrían ser tanto un signo de su recién adquirida habilidad predictiva como síntomas de episodios psicóticos, efecto secundario de la medicación.Para escapar del enloquecido científico, Caine contará con la ayuda de su hermano gemelo, Jasper, y de la arisca agente de la CIA Nava Vaner. Los tres se verán envueltos en una trama de múltiples ramificaciones, y será la capacidad de Caine para ver el futuro lo que les permitirá resolver la compleja situación.Una auténtica golosina para cualquier curioso sobre las regiones más oscuras de la ciencia moderna, donde lo racional se confunde con lo paranormal.
He aquí una contraportada de las que mencioné en mi entrada
anterior (Los ojos de Heisenberg, de Frank Herbert), especialmente la
última oración. Pregunta
para ti, amigo lector: ¿será
efectivamente la bomba… o tendrá un ajustado aprobado? Este sería
un buen momento para irse a dormir (yo)
y dejar que la teoría de probabilidades (tirar
una moneda) decida si debes
leerlo o no. Como
no es esta la idea del blog, no me
queda otra opción que
escribir algunas opiniones sobre la historia, personajes, etc.
Lo primero que es llamativo es
el título, que,
tal y como dice en la presentación del autor (que suele acompañar
la contraportada), dice bien
poco. Se lee en dicha presentación: «Su
primera novela, Improbable,
recibió el premio International
Thriller Writers Award,
en la categoría “Mejor Primera Novela”. Ha sido traducida a
dieciocho idiomas. En castellano se publicó en 2005 con el ridículo
título El
teorema».
Y
va a ser que sí. Improbable es el título que corresponde a la novela
tal
y como lo pensó su autor (o su editor original),
pues todo el tiempo vamos a jugar con las probabilidades. Lo
de El teorema es una demostración de la ignorancia del editor en su
versión castellana (pero es que ya sabemos que las mates no entran ni
frías ni calientes).
El argumento de la novela no es gran cosa en sí mismo, es el típico
thriller de acción que gusta tanto en Hollywood (¿para cuándo su
versión cinematográfica?); sin embargo, hay algunas cosas que me
resultaron meritorias. En el libro hay un intento de explicar al
lector (sin muchos detalles técnicos) qué es la probabilidad, que un
suceso improbable no tiene que ser imposible y viceversa. También
está otra vez Heisenberg (cuyo principio de indeterminación resulta
especialmente importante en la trama). En eso le doy aprobado; pero
si le quito eso, la trama es imposible (que no improbable) y los
personajes, estereotipados. O sea, si eres como yo, un incondicional
de la ciencia ficción, lo terminarás. Si no… quizá más vale
que no lo empieces.
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