Hete aquí que un título llamativo me ha hecho descubrir la que promete ser una gran narradora. Y no lo digo porque no lo sea ya (he sabido que ha ganado dos veces el Booker), sino porque yo no la conocía (lo que no es sorprendente porque han empezado a traducirla hace poco). Mantel es más una autora de novelas que de relatos, de los que tan solo tiene dos recopilaciones —y esta es la única traducida—, por lo que tal vez no reflejen fielmente sus capacidades. Aun así, he de decir que los relatos son muy buenos. No es que sean grandes historias (no lo son), ni que tengan giros sorprendentes (no los tienen), ni siquiera poseen la ironía inglesa que a mí me sugirió el título, pero todos te atrapan, porque están escritos con el pulso narrativo de un maestro (maestra en este caso).