Hace un par de años (o más) me
regalaron los de Círculo de Lectores el primer libro de esta serie: El viajero.
La contraportada decía
Es la historia de la joven Maya, entrenada desde pequeña para ser arlequín. Los arlequines son los guerreros que protegen a los viajeros. Maya es un arlequín que nunca ha querido aceptar su misión y se ha empeñado en llevar una vida normal. Pero su destino dará un vuelco: después de la muerte de su padre, a manos de los tabulas—los seres que pretenden controlar los movimientos de todo el mundo—, Maya acepta la misión de proteger a dos hermanos, en California, posiblemente los únicos viajeros que hasta ahora han sobrevivido. Gabriel y Michael corren peligro; uno de ellos ha sido secuestrado y el otro ha conseguido huir.
Todo ello lo adornaban con que el
autor, que escribe con seudónimo, no quiere revelar su identidad
pues la trama del libro es real: unos poderes fácticos nos están
controlando. Vamos, una novela para pasar el rato. En efecto. La
novela es el típico thriller, narrada a un ritmo trepidante y usando
muchos de los adelantos tecnológicos actuales, así como de la
situación post 11 de septiembre. La idea es que los viajeros son
capaces de viajar a otras dimensiones (aunque su cuerpo se queda aquí
dormitando en la nuestra) donde descubren otras formas de hacer las
cosas, otros universos, etc. Si te matan en ese otro universo paralelo
la palmas en este. Vamos, una especie de Matrix en versión mística.
Los viajeros más famosos son casi exclusivamente mesías que cambian
la vida de las generaciones. Ya podéis adivinar que Jesús fue uno
de esos viajeros. Los arlequines, nadie sabe por qué, se autoproclaman defensores de los viajeros (vamos, guardaespaldas). En cada
época van armados con todo lo que puedan pero siempre usan una
espada (por aquello de romanticismo, no es igual pegarle un tiro a
uno que luchar como el amigo Neo, ¿no?). De hecho, ¿a que no adivináis
quién es el primer arlequín documentado?: Pedro, por supuesto, y
como traicionó a su viajero, una especie de maldición desde
entonces obliga a los arlequines a proteger a los viajeros (al garete
el libre albedrío). La trama es sencilla. Quedan 4 arlequines a
saber. Los de la tabula están a punto de pillarlos y acabar con
ellos para siempre y hacerse con el poder absoluto. Su tecnología
viene de otro de los universos paralelos. Aquí hay una cagada del
“guión de la peli” pues está claro que la tecnología de esos
tipos es mucho más avanzada que la nuestra, pero por desgracia ellos
no tienen viajeros y quieren que los de aquí les ayuden a viajar a
nuestra dimensión. Es obvio lo que harán cuando lleguen a nuestra
dimensión ¿no? (o yo soy un poco paranoico).
El primer libro, El viajero, nos pone
en antecedentes de esa eterna lucha entre el bien y el mal y nos
muestra la conversión de Maya en una arlequín (su padre es
asesinado así que vuelve a haber al menos cuatro arlequines) que
tiene que buscar a los hermanos Corrigan. También nos cuenta la vida
de los hermanos, siempre escondiéndose (me recuerda Terminator III),
y nos presenta a los principales personajes que va a aparecer. A
medida que avanzamos en la lectura está claro que los arlequines no
pueden ganar (son pocos, aunque no cobardes, contra una organización
global) así que inevitablemente la tabula logra pillar a uno de los
hermanos, al tiempo que el otro logra escapar con Maya. Aquí la
historia se bifurca. Por un lado Gabriel viaja con Maya a una Comuna
de “iluminados” que vive fuera de la “Gran Máquina” (aunque
son lo suficientemente sensatos para usar la tecnología, eso sí, con
prudencia) que protegen a una Rastreadora (que es una especie de
chamán que ayuda a los viajeros a encontrar el camino a otras
dimensiones). Precisamente en la Comuna Gabriel se entera que su
padre, que era un Viajero, está vivo (ellos lo creían muerto en un
ataque a la tabula). Por otro lado, la tabula con ayuda de
científicos, drogas y su tecnología consiguen que Michael, el otro
Corrigan, viaje. A Gabriel le cuesta lo suyo, pero ambos lo
consiguen. Como anécdota curiosa tengo que decir que si bien a los
viajeros los ayudan la primera vez (ya sea con drogas o lo que sea),
para volver tienen que ingeniárselas ellos solos. Además cuando
salen de su cuerpo y entran en una de las otras dimensiones están
expuestos a todos los peligros de ese nuevo mundo. El primer libro
termina cuando Gabriel, Maya y dos amigos de Maya intentan rescatar
del centro de operaciones de la tabula a Michael, y donde además
descubren que éste ha decidido pasarse al “lado oscuro”.
El segundo libro, El río oscuro,
retoma la historia por donde se quedó el primero. Esta es su
contraportada:
En una sociedad futurista sometida a la dictadura de la tecnología, dos hermanos se enfrentarán a la muerte. Gabriel y Michael Corrigan acaban de saber que su padre, a quien creían muerto desde hacía años, está vivo. Ambos hermanos pueden viajar a través del tiempo y el espacio, y los dos buscan a su padre, pero se encuentran en bandos opuestos: Gabriel pretende conocer la verdad de su vida y protegerle de sus enemigos, está del lado de las fuerzas del bien; Michael se ha unido a los «tabulas», servidores de una tecnología todopoderosa que somete en secreto a los ciudadanos, y la razón de su búsqueda es que ve a su padre como una amenaza para su propio poder. La carrera entre estos dos hermanos por encontrarlo será intensa y muy peligrosa. Viajarán desde los subsuelos de Nueva York y Londres y las ruinas que hay bajo las ciudades de Roma y Berlín hasta una región remota de África, donde se rumorea que se encuentra uno de los más grandes tesoros de toda la historia.
Gabriel está empeñado en encontrar a
su padre y viaja a Europa y al final lo encuentra, pero está de “viaje” desde hace meses. Lo cuida la arlequín más temible, “Madre Bendita”. El caso es que Gabriel decide “viajar” a ver
si puede ver a su padre. Dado que hay seis mundos paralelos y uno
nunca sabe donde termina su viaje tiene 1/5 de probabilidades de caer
en el mundo donde está su padre, pero ya se sabe, por intentarlo que
no quede. Pero antes de eso, e incumpliendo una regla de oro de la
hermandad de los arlequines, Maya se lía con Gabriel (algo que se
venía venir desde el primer libro, así que no es ni spoiler ni una
sorpresa). Eso le sienta fatal a Madre Bendita que la separa de
Gabriel. Éste regresa a Londres para intentar comenzar una nueva
revolución y Madre Bendita, junto con Hollis, un experto luchador de
artes marciales que ya se había unido a Maya en el primer libro,
hacen de guardaespaldas. El problema es que la tabula tiene ojos y
oídos en todos sitios así que descubre que en la isla donde estaban
escondidos está pasando algo y mandan a sus hombre fuerte a ver qué
pasa. Antes de que llegen los malos Maya, que ha decidido ir a buscar
a Gabriel, se ha ido a Londres y ha dejado a la novia de Hollis
cuidando al padre de Gabriel con las monjas de la isla. Gabriel
decide viajar a por su padre en su escondite de Londres y Madre
Bendita y Hollis se van a Berlín a sabotear el centro informático de
la tabula. Pasan mil historias que no vale la pena contar, algunas
razonables y otras inverosímiles, al fin y al cabo es un libro de
“ciencia ficción”. El caso es que Gabriel está atrapado en uno
de los mundos más peligrosos y Maya decide ir a buscarlo pues
resulta que hay un atajo. Se puede ir a otros dominios usando la
puerta adecudado que en este caso es…. el Arca de la Alianza
(ahora me suena la tonadilla de Indiana Jones), que está justo en
Etiopía. Maya claro que cruza (¡ah, el amor!), rescata a Gabriel
pero sólo puede regresar por donde mismo vino. Y eso es todo
amigos. Se acaba el segundo libro. ¿Logrará Maya regresar? Eso lo
sabremos en la próxima entrega.
Para terminar he de decir que el primer
libro lo leí hace unos años y cuando me cayó en las manos el
segundo lo releí, pues no me acordaba de los detalles. Ambos libros
se leen bien, enganchan y están bien para pasar un rato entretenido,
pero no aportan nada nuevo al género. No hay sorpresas. Eso sí, he
de decir que los buenos no son infalibles y los malos tampoco son
exageradamente malos. En conclusión para pasar un rato en lo que
esperamos el autobus no están mal, pero sin muchas más
aspiraciones. Ahora, cuando salga el tercero lo pillaré y me lo
leeré, a ver como termina la historia.
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