martes, 12 de marzo de 2013

Trilogía “Los juegos del hambre”, de Suzanne Collins


Este libro me ha sorprendido. Digo libro en vez de libros porque Los Juegos del Hambre funcionan como una única novela más que como tres libros separados. Y, como digo, me ha sorprendido. Después de llevar un tiempo leyendo ensayo, mi mente necesitaba desintoxicarse con una novela sencilla, entretenida, ligera. Vamos, que quería un paperback. Y esta trilogía parecía una inocente historia para adolescentes. Como Harry Potter, pero menos libros.

Pues no.

La historia de Los Juegos del Hambre transcurre en el post-apocalíptico país de Panem, dominado por el oscuro y pérfido Capitolio, que ejerce su poder sobre 12 distritos de forma tiránica y cruel. Ya sabéis, los malos de opereta. El caso es que los distritos se rebelaron contra el Capitolio en un pasado no muy remoto, el Capitolio les dio cera, y ahora, para recordarles que les tienen a su merced, celebran anualmente una especie de reality show (los susodichos Juegos del Hambre) donde dos concursantes de cada distrito son elegidos al azar para matarse entre ellos para disfrute del público, dejando un solo vencedor. 

Si oléis plagio de Battle Royale es porque lo es. Otra cosa es que sea plagio inconsciente, pero es la misma historia de base (al menos, del primer libro). La diferencia está en el desarrollo, claro, porque tres libros dan para contar una historia más completa.

En Los Juegos del Hambre leemos el punto de vista de Katniss Everdeen, la joven, aguerrida, inteligente y, sin duda, muy sexy protagonista, mientras vemos cómo su vida se desmorona por completo.

El primer libro nos cuenta cómo Katniss acaba en los Juegos del Hambre, lo que le pasa allí y cómo le afecta todo eso. El argumento es bastante predecible, el ritmo es el típico de una novela de adolescentes similar y las relaciones entre personajes (triángulo amoroso incluido) siguen los patronces clásicos. No obstante, una pequeña sombra de que hay algo más detrás de todo esto empieza a asomar.

En la segunda parte, En llamas, la autora nos lleva por otros derroteros, y no precisamente los que uno esperaría. Da la sensación de que es una repetición de la jugada, de que va a volver sobre los mismos temas de la primera novela...pero no es así. La inquietud de que hay algo más cociéndose detrás de todo se hace más patente, hasta que explota finalmente en el tercer libro, Sinsajo.

Es en este libro donde finalmente uno se da cuenta de que no está frente a una novela de adolescentes típica. Argumentalmente, ocurre lo que uno espera que va a ocurrir. Pero cambia todo lo demás. Los buenos ya no son buenos, los malos se emborronan, y no sabes a dónde agarrarte. Los personajes se destrozan, se desesperan, se enloquecen por lo que les pasa. Y claro, piensas, es que lo que les pasa es muy jodido.

Ni siquiera el triángulo amoroso se utiliza como recurso motor del argumento, quedándose en un plano secundario frente a la vorágine de situaciones que hacen que Katniss, lógicamente, tenga otras cosas en la cabeza en vez de suspirar por el amor de dos bellos mancebos. 

En Harry Potter o en otras novelas del estilo, los personajes mueren a diestro y siniestro, pero al final todo el mundo se recompone y se enfrenta al mal para vencer y llegar a un final feliz. Aquí no. Los personajes acaban irremediablemente marcados por sus pérdidas y por sus traumas, y la esperanza de un final ingenuo y feliz se desmorona a medida que los personajes van rompiéndose en pedacitos. Al final apenas pueden recogerse de los escombros y salir adelante. Los que lo hacen.

Cuando el triángulo se soluciona, de manera lógica, no lo hace con florecitas y música cursi. Ni siquiera es emocionante. Para cuando llegamos a esa parte del libro, la pasión del culebrón ha dejado paso a algo menos sensacionalista, más real. Y al final no sabes si las cosas están mejor o peor que antes, o si todo sigue igual. O si realmente importa.

Me pregunto si los adolescentes que lean estos libros verán tanto como he querido ver yo. O si les parecerá una versión más “oscura” de Crepúsculo o Harry Potter. No lo sé. Solo sé que yo buscaba una novela tonta y me encontré con otra cosa totalmente distinta.

2 comentarios:

  1. Por lo visto te ha sucedido lo mismo que me pasó a mí hace un año (mes arriba o abajo).
    Buscaba un libro ligero y entretenido y me encontré con una obra mucho mejor escrita y bastante más profunda de lo que esperaba.

    Como ya escribí en otra parte (y como soy mu vago para volver a pensar en como escribirlo) "La trama resulta original, aunque sea curiosamente parecida a la de Battle Royale del japonés Koushun Takami. La sociedad en la que viven, en la que una metrópolis que solo es capaz de producir lujo y burocracia vive de explotar hasta la extenuación a sus provincias es impactante, aunque sea curiosamente parecida a la Roma clásica. No obstante, el libro tiene ese no sé que que que sé yo que lo hace diferente."

    Aunque me parece que flojea un poco hacia el final (eso que algunos llaman Sinsajo), es la novela que más gratamente me ha sorprendido desde que descubrí «Canción de hielo y fuego»

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario.

      Suzanne Collins se inspiró mucho en Roma para la caracterización del Capitolio, así que es normal que veamos paralelismos. Por otra parte, creo que parte de lo que nos quiere transmitir Collins es que estamos volviendo una y otra vez sobre nuestros mismos pasos, y una visión bastante "pesimista" sobre la naturaleza de la sociedad. Luchamos y luchamos por cambios, para que todo vuelva a estar como antes. ¿Merece la pena? Esa es la sensación que me quedó colgando cuando acabé Sinsajo.

      (SPOILERS)
      Por otra parte, no estoy de acuerdo en que flojee al final. Es sin duda la parte más extraña de todos los libros, porque toda la épica se ha perdido, solo queda una voluntad de seguir adelante, como si llegar al final fuese la única opción tras haberlo dejado todo atrás. En esos momentos, Katniss está completamente rota y desesperanzada, y es así cómo percibimos su historia y su mundo (es muy interesante ver cómo cambia el ritmo de la novela en función de la motivación de Katniss). Le cuesta seguir adelante, le cuesta buscar motivos...y por eso a nosotros nos cuesta seguir leyendo. Porque ya no es entretenido, es desolador.

      Eliminar