Si digo que Stanisław Lem es uno de los autores de ciencia ficción más profundos y originales que han existido nunca seguramente no estaré revelando nada a ningún seguidor del género. Cualquiera que haya leído esa pequeña obra maestra llamada Ciberiada, o Diarios de las estrellas, o Memorias encontradas en una bañera, o Solaris, o la genial Vacío perfecto, convendrá conmigo en que no exagero si digo que Lem es a la ciencia ficción lo que Borges es a la literarura. Y tal vez sea una definición demasiado restrictiva de lo que representa su obra. Lem tiene una amplia producción de relatos cortos y novelas, y cualquiera de las que he mencionado haría una buena entrada en este blog. ¿Por qué de entre todas selecciono aquí precisamente Fiasco? Bueno, por un lado porque es de las últimas novelas de Lem que he leído (no es la última, después leí Edén). Pero la verdadera razón es que esta es la novela de ciencia ficción en la que se describe la versión más creíble que yo he leído jamás del encuentro con una inteligencia alienígena. De lejos. Quiero decir que hasta la última página no serás consciente del abismo que hay entre todo lo que has leído al respecto y la versión de Lem. Y te darás cuenta de que Lem lo clava: no puede ser de otra manera que como lo describe él. Todo lo que hayas leído anteriormente es una caricatura al lado de esto. Por eso me gusta Lem. Por eso me parece un genio. Porque sus relatos alcanzan el nivel de especulación científica en toda ley. "Si alguna vez el hombre se encuentra con otra forma de inteligencia", parece decirnos Lem en esta novela, "lo que cabe esperar es algo como esto".
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