Se trata de una curiosa novela corta o relato largo de ciencia ficción. Pero apenas puedo contar nada sin arriesgarme a reventarla. La novela comienza cuando la protagonista se somete a un examen ante un tribunal. Un examen que va a durar, se nos dice, tres horas, y en las que, según averiguamos enseguida, ella tiene que exponer un análisis personal de ciertos hechos históricos. El resultado del examen decidirá su ingreso en la prestigiosa y muy selectiva institución de la Academia. Todo esto ocurre en algún momento del final de nuestro siglo, en un mundo muy distinto del nuestro.
El comienzo no puede ser más coñazo. Sin embargo, cuando cerréis el libro —si es que os animáis a leerlo— ocurrirá una de estas tres cosas: (a) levantaréis las cejas/abriréis la boca/pondréis los ojos como platos, (b) os quedaréis un rato con media sonrisa irónica en la cara mientras recordáis lo que acabáis de leer, o (c) volveréis al principio a releerla, ahora con otros ojos. Sí, como en El sexto sentido. Entre medias se habrá quedado un debate filosófico al que el libro da una contundente respuesta con su final. Para crear atmósfera, casi todos los nombres de los personajes que aparecen en el relato son nombres griegos (la protagonista se llama Anaximandro; su mentor, Pericles).
Si os gusta la ciencia ficción, si os gustan los relatos con giro de guión, si os gusta el debate filosófico, si tenéis un par de horas libres (no lleva mucho más leerlo), es una lectura interesante. Si miráis en los foros, al parecer la novelilla, que se publicó por primera vez en Nueva Zelanda, ha sido un superventas y se ha traducido a una purrela de idiomas. Yo no sé si es para tanto, pero merece la pena leerla.
El comienzo no puede ser más coñazo. Sin embargo, cuando cerréis el libro —si es que os animáis a leerlo— ocurrirá una de estas tres cosas: (a) levantaréis las cejas/abriréis la boca/pondréis los ojos como platos, (b) os quedaréis un rato con media sonrisa irónica en la cara mientras recordáis lo que acabáis de leer, o (c) volveréis al principio a releerla, ahora con otros ojos. Sí, como en El sexto sentido. Entre medias se habrá quedado un debate filosófico al que el libro da una contundente respuesta con su final. Para crear atmósfera, casi todos los nombres de los personajes que aparecen en el relato son nombres griegos (la protagonista se llama Anaximandro; su mentor, Pericles).
Si os gusta la ciencia ficción, si os gustan los relatos con giro de guión, si os gusta el debate filosófico, si tenéis un par de horas libres (no lleva mucho más leerlo), es una lectura interesante. Si miráis en los foros, al parecer la novelilla, que se publicó por primera vez en Nueva Zelanda, ha sido un superventas y se ha traducido a una purrela de idiomas. Yo no sé si es para tanto, pero merece la pena leerla.
La leí hace un tiempo y me pareció muy buena. Coincido en la apreciación de Jose sobre lo interesante de la historia y la impresión que causa, e incluso iría un poco más allá: no me pareció coñazo el comienzo, sino preludio, y os la recomiendo. La relación inversión de tiempo/sorpresa no podría ser mejor.
ResponderEliminarTerminé de leerlo este fin de semana (29-30/09/12). Me gustó bastante, coincido con Susana que la inversión tiempo/sorpresa merece la pena.
ResponderEliminarGracias Jose por la recomendación.