Según la wikipedia “PIGS (literalmente, «CERDOS» en inglés) es un acrónimo peyorativo con el que medios financieros anglosajones se refieren al grupo de países de la Unión Europea: Portugal, Irlanda, Grecia y España y para incidir en los problemas de déficit y balanza de pagos de dichos países. Tras la crisis de 2011, el término suele incluir a Italia (con el acrónimo PIIGS) para referirse a los países, algunos anteriormente referidos como "ejemplares", que sufrieron una crisis aumentada comparada al resto de Europa.”
Por tanto, si usamos la versión extendida PIIGS y extraemos los países atlánticos, Portugal e Irlanda, nos quedan: Grecia, España e Italia. Tengo debilidad por los libros de detectives de estos países mediterráneos. Puede que los críticos no hayan definido un subgrupo literario con dicho nombre, pero yo creo que existe un grupo de detectives mediterráneos, a saber, Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalban, Salvo Montalbano de Andrea Camilierri, Guido Brunetti de Donna Leon y Kostas Jaritos de Petros Márkaris.
Voy a intentar desarrollar mi hipótesis de que se les puede considerar como un grupo. Para ello intentaré describir cuáles son las características comunes. La primera y evidente es que todos los detectives viven en países mediterráneos, pero no solo eso, también pertenecen a los denominados PIIGS. La segunda es que las novelas no son puramente novelas policiacas donde la trama del descubrimiento del asesino es lo verdaderamente importante, lo es mucho más el desarrollo costumbrista de la novela, a saber, la vida del barrio chino de Barcelona, los detalles de los pueblos sicilianos, los secretos de los canales y palacios de Venecia y los atascos en la plaza Sintagma. Dentro de los detalles de la vida cotidiana y de su ritmo de vida, la comida es algo que destaca en la mayoría de las novelas.
De todos estos personajes, el último que descubrí es el comisario Jaritos de Petros Márkaris. Se han traducido al español siete libros que tienen como protagonista a Kostas Jaritos. El personaje, que narra en primera persona, pertenece a la policía criminal ateniense, y en todas sus historias va acompañado por varios personajes de su mundo. Su mujer Adrianí, peleona, refranera, TV adicta y excelente cocinera. La hija Katerina, que pasa de ser estudiante de leyes a abogada en la última de las novelas y, su primer novio y ahora marido, Fanis, cardiólogo del propio Jaritos. Otro personaje constante en sus novelas es la Atenas moderna, afligida por sus eternos atascos y su burocracia infinita.
La última novela, traducida al español, es Con el agua al cuello. Ha sido galardonada, por unanimidad, con el VII Premio Pepe Carvalho. En esta última novela, la primera de la trilogía de la crisis, aparecen numerosas referencias al momento actual griego, y me temo que futuro español. Un antiguo director de banco es asesinado y esta muerte coincide con una campaña anónima contra los bancos, en la que se anima a los ciudadanos griegos a que boicoteen las entidades financieras y no paguen sus deudas e hipotecas. Grecia vive un momento muy crítico y la población sale día sí día también a la calle para quejarse del paro y de los recortes. El jefe de la brigada antiterrorista está convencido de que se trata de un atentado terrorista y convence al Ministerio de Interior para que siga esa línea de investigación. Jaritos queda casi marginado y tiene que apañárselas con sus dos ayudantes para resolver el caso. Pronto habrá un nuevo crimen.
Yo he leído las dos últimas novelas traducidas al español: Muerte en Estambul, 2008 (Παλιά, Πολύ Παλιά) y Con el agua al cuello, 2010 (Ληξιπρόθεσμα Δάνεια, Trilogía de la crisis, 1). Las dos me han enganchado desde el principio. No creo que sean novelas por las que nadie reciba un premio Nobel, y posiblemente no envejezcan bien, pero yo me divierto mucho con estas recreaciones de la vida actual mediterránea. Como aperitivo diré que hay un par de referencias a España y que me encanta la relación que tiene con el GPS de su nuevo Seat Ibiza. Ahora estoy leyendo en forma descendente en el tiempo, y me muero de ganas de que salga traducida la segunda novela de la trilogía de la crisis. Quiero ver qué nos depara el futuro.
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